Tras años de experiencia en las Dirección en las Artes Escénicas, descubrí una verdad fundamental: el talento puede ser reemplazable, pero el carácter, no. He encontrado directores que eligen la disposición positiva sobre el talento desbordante. Pero, ¿Qué ocurre cuando la mirada se dirige a los directores? ¿Qué define a un buen director?
En mi búsqueda de respuestas a estas preguntas, me embarqué en un viaje de descubrimiento.
La Ascensión del Director: Más Allá de una Simple Posición

He observado cómo ciertos individuos asumían el papel de directores de las artes escnénicas simplemente adoptando la actitud. Sin embargo, la verdadera grandeza en la dirección va más allá de este primer paso. Un director excepcional, en mi opinión, posee un profundo conocimiento de todas las facetas del teatro, desde la actuación hasta la iluminación, la escenografía, el sonido y la dramaturgia, y sabe cómo aplicar este conocimiento eficazmente. 1
La personalidad y la actitud se convierten en factores determinantes en este punto.
Temperamento y Talento: Un Delicado Equilibrio
Es notable cómo muchos artistas y directores de renombre muestran un carácter fuerte (mal carácter o pésima actitud) insinuando una posible correlación entre el talento y un carácter desafiante. Pero algo crucial en las artes escénicas es la capacidad de manejar la exposición y la visibilidad en público, una habilidad que puede ser innata para algunos y adquirida para otros.
Los Directores: Sensibilidad en Acción


Al interactuar con equipos diversos, uno se da cuenta de que el corazón de las artes escénicas es profundamente humano. Tratamos con autores, actores, diseñadores y técnicos, todos con su propia sensibilidad y creatividad. Esta sensibilidad permite a los artistas resaltar los aspectos más pequeños y significativos de la vida, enriqueciendo nuestra comprensión de la realidad.
El Mito del Director Duro
Se ha sostenido durante mucho tiempo que un director de las artes escénicas estricto e insensible es un buen director. Sin embargo, un carácter difícil no necesariamente garantiza un liderazgo efectivo. Mantener un equipo unido durante un largo período de tiempo no es el único indicador de una dirección eficaz.
El Director Ideal: Un Líder Respetuoso y Competente



Al dialogar con actores acerca de sus experiencias, identifiqué algunas cualidades que debería poseer un director ideal:
- Debe respetar al equipo que lidera.
- Debe evitar tratar a los artistas de manera despectiva.
- Debe evitar imponer su voluntad o generar fricciones innecesarias.
- Debe valorar y respetar la experiencia de los técnicos y actores.
- Debe estar dispuesto a escuchar y considerar sugerencias sin ofenderse.
- Debe tener una amplia cultura y un profundo conocimiento de la historia, la música, el arte, los libros, el cine y la técnica.
Una buena dirección de las artes escénicas ideal navega las aguas turbulentas de la preparación teatral con una razón pura, obteniendo lo mejor de sus actores y colaboradores mediante la persuasión en lugar de la autoridad. Este enfoque asegura la cooperación del equipo, en lugar de exigirla, y permite la realización de producciones teatrales que realmente conmuevan a la audiencia.