Luz baja, cortinas corridas, un escenario vacío a la espera de la magia por venir. Como actor de teatro, estoy familiarizado con este ambiente cargado de anticipación, la promesa de un nuevo comienzo. La verdad es que la magia que se despliega en el escenario es solo la punta del iceberg, nacida de innumerables horas de ensayo y preparación. Y durante estas horas es donde realmente se forma el corazón del teatro.
Hoy, quiero llevarlos tras bambalinas para desentrañar las diversas conductas de los actores en los ensayos teatrales. Con base en mi experiencia personal y observaciones, exploraremos juntos cómo estos comportamientos pueden influir tanto en la dinámica del ensayo como en la calidad de la producción final.
Conductas de los Actores en Ensayos

Las conductas en los ensayos son tan variadas como los personajes que interpretamos en el escenario. Desde los perfeccionistas obsesionados hasta los maestros de la improvisación, cada actor aporta un sabor único a la mezcla. Así que, siéntense y acompáñenme en este viaje detrás del telón para descubrir los comportamientos fascinantes, y a veces sorprendentes, que dan vida al arte del teatro. 1
Actores Perfeccionistas: Obsesión por la Excelencia
Primero, quisiera hablar sobre aquellos actores que cumplen con todo al pie de la letra. Estos actores son como joyas raras en la industria del teatro. Son perfeccionistas por naturaleza, exigentes hasta el punto de convertirse en personas irascibles en su obsesión por la excelencia. Si bien es cierto que algunos pueden volverse irritables, no podemos negar que su obsesión ha jugado un papel crucial en su éxito. Pero, ¿hasta dónde puede llegar esta obsesión? Cuando este deseo por la perfección se convierte en irascibilidad permanente sin el contrapeso de un talento de excelencia, se puede deteriorar la relación con productores, directores y compañeros de reparto.
Inteligentes Memorizadores: Amigos de la Compulsividad
Existen actores que tienen la capacidad de memorizar el libreto con una sola lectura. Estos actores suelen ser muy inteligentes, pero también tienen una tendencia hacia la compulsividad. Son fieles amigos, siempre que están presentes. Sin embargo, cuando se enfrentan a problemas personales, tienden a alejarse y buscar refugio en otros grupos.
Improvisadores: Expertos en Navegar Sin Libreto
Un desafío recurrente en el teatro es cómo abordar el papel del texto cuando el teatro es, en esencia, un arte visual. Aquí, surgen dos categorías de actores: aquellos que no estudian el libreto porque nunca aprendieron a hacerlo y aquellos que lo evaden porque son naturalmente divertidos y expertos improvisadores. Estos últimos siempre encuentran la manera de «safar» gracias a su habilidad para la improvisación. No obstante, esta conducta puede ser un problema, pues algunos directores no les gusta.
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Los Eternamente Tardíos: Diferentes Razones para el Retraso
Luego, tenemos a aquellos actores que siempre llegan tarde. Algunos llegan tarde sin justificación alguna, otros porque están comprometidos con otras actividades aparte de la actuación. Aunque no se puede negar que el llegar tarde puede ser visto como una falta de respeto hacia el tiempo de los demás, es importante entender las circunstancias detrás de cada retraso.
Los Que Se Van Temprano: Cumplidores sin Compromiso
Siguiendo con las observaciones, encontramos a los actores que siempre se van temprano. Aquellos que, después de cumplir con sus responsabilidades, se retiran temprano para hacer otras cosas. Su principal problema es que parecen no considerar cómo su partida temprana puede afectar a sus compañeros de reparto o al flujo del ensayo.
Los Ausentes Crónicos: Más Fuera que Dentro
No podemos olvidar a los actores que faltan más de lo que ensayan. Mientras que en el teatro profesional esta podría ser una causa para el despido, en el teatro independiente suele significar que no se contará con ellos para futuros proyectos.
Actores Casuales: El Teatro como Distracción
Hay también aquellos que ven el teatro simplemente como una manera de salir de la rutina. Para ellos, la actuación es una distracción, una forma de escapar de la rutina diaria sin tener que asumir responsabilidades adicionales.
Actores Seductores: Buscando el Amor en el Escenario
Y finalmente, están aquellos que utilizan el teatro como una plataforma para atraer al sexo opuesto. Algunos actores reconocidos han admitido que sus comienzos en el teatro se debieron a este motivo. Sin embargo, con el tiempo, descubrieron que había algo más profundo y significativo en la actuación que simplemente tratar de conquistar a alguien.
Estas son solo algunas de las conductas que he observado en los ensayos teatrales a lo largo de mi carrera. Cada actor es único y trae consigo su propio conjunto de habilidades, fortalezas y debilidades. Sin embargo, independientemente de cómo se comporten, todos juegan un papel vital en la magia que es el teatro.
Los Aduladores del Director: Seguidores, No Líderes
En cualquier grupo de teatro, es probable que encuentres a los actores que constantemente buscan la aprobación del director. Son aquellos que no se atreven a tomar la iniciativa por sí mismos, sino que prefieren seguir la sombra del director en la esperanza de obtener algún tipo de ventaja. Esta actitud puede ser frustrante, especialmente si se percibe como una falta de autenticidad o compromiso con el arte en sí mismo.
Los Distanciadores: Prudentes o Inseguros
Otro comportamiento común en los grupos de teatro es el acto de distanciamiento, especialmente cuando se integra un nuevo miembro. Durante los primeros meses, cuando la confianza y la intimidad aún no se han establecido, algunos actores pueden distanciarse por miedo a ser reemplazados. Si bien esto puede ser una estrategia de autoprotección, a menudo crea una barrera que impide la construcción de un verdadero espíritu de equipo.
Los Envidiosos y Serruchadores de palo: En Busca de Protagonismo
Desafortunadamente, también existen aquellos actores que son propensos a la envidia y al chisme. Estos individuos suelen hablar a espaldas de los demás, inventan problemas y buscan ser el centro de atención. Este tipo de comportamiento tóxico puede ser extremadamente dañino para el ambiente de un grupo de teatro y es importante abordarlo de inmediato.
Los Inconformes Crónicos: Torturados por la Autoexigencia
No es raro encontrarse con actores que nunca están conformes con la escena que interpretan. Si bien es normal buscar la mejora continua, hay quienes llevan esto al extremo y se torturan constantemente con la auto-crítica. A veces, su inconformidad puede ser contagiosa, creando un ambiente tenso e incómodo para todo el grupo.
Los Engreídos: Ciegos Ante la Realidad
Finalmente, pero no menos importante, están los actores que tienen un alto concepto de sí mismos, a veces hasta el punto de la arrogancia. Estos actores pueden ser difíciles de manejar en un entorno grupal, ya que a menudo no son conscientes de cómo sus acciones y actitudes pueden afectar negativamente a los demás.
¿Opiniones?
Creo que todos estos comportamientos reflejan la rica diversidad de personalidades y estilos que se pueden encontrar en el mundo del teatro. Es esencial que aprendamos a convivir con estas diferencias y a trabajar juntos para crear arte excepcional en el escenario.